jueves, 28 de octubre de 2010

Tortugas

Tortuga marina en peligro de extinción. A lo largo de los últimos años la población mundial de tortugas marinas ha disminuido notablemente: todas las especies están fuertemente amenazadas, y algunas – son siete en total- hasta a punto de desaparecer.
Un triste final para estos reptiles -los más antiguos del mundo- que aparecieron en la Tierra hace aproximadamente 180 millones de años, provocado diversas causas como la destrucción de hábitats naturales, la contaminación y la caza furtiva. Sigue leyendo
La contaminación del mar y playas es implacable con las tortugas: la apariencia de las bolsas y otros productos plásticos que muchas personas arrojan en las playas confunde a estos animales, que mueren irremediablemente después de ingerirlos.
Otro factor que ha contribuido mucho a la desaparición de tortugas marinas es la pérdida de hábitat: en las playas hay un número cada vez mayor de construcciones, que invaden las áreas naturalmente ocupadas por tortugas e impiden su acceso a las zonas de desovación.
La apreciación de la carne, huevos y grasa de las tortugas marinas las ha puesto en el blanco de los cazadores; y aunque esta actividad por ahora está controlada, la captura incidental -que ocurre cuando estos animales quedan atrapados accidentalmente en redes y anzuelos- ha logrado reducir notablemente el número de tortugas marinas.


Tortugas Marinas

Las tortugas marinas son animales solitarios que pasan el 90% de su vida en mar abierto, es por esta razón que ha sido difícil estudiarlas y por lo tanto se desconocen muchos aspectos de su vida; además, a diferencia de otras especies, rara vez conviven entre sí.

Una hazaña sorprendente de las tortugas marinas es su habilidad para migrar y después regresar a la misma playa para anidar.

La lucha de la tortuga por la supervivencia, empieza desde que sale del cascarón, pues debe de viajar, por sus propios medios, desde la playa hasta el mar, las primeras 48 horas de su vida son críticas, pues debe ponerse a salvo de los depredadores y además debe encontrar su propio alimento.

Muchas crías en el Atlántico y el Caribe deben abrirse paso en las corrientes del Golfo, que están llenas de plantas acuáticas. Ahí las jóvenes tortugas encontrarán una amplia fuente de alimento y pocos depredadores. Después de varios años de flotar en el mar, las tortugas pueden regresar a las aguas cercanas a la costa donde podrán pasar su juventud.

Al llegar a la edad adulta y la madurez sexual, alcanzan su madurez entre los 7 u 8 años , se cree que las tortugas marinas migran a un nuevo hábitat donde probablemente, pasarán el resto de su vida, excepto durante la época de reproducción.

El apareamiento y el desove son las únicas actividades que desvían a las tortugas de su vida rutinaria y sus sitios de alimentación. Aún no se sabe con certeza por qué este tipo de tortugas desovan en una playa especifica. Miles de tortugas Caguamas (Caretta caretta) nadan kilómetros para llegar a los mismos sitios de la costa de la Florida a depositar sus huevos, al igual que muchas tortugas Blancas (Chelonya mydas) que desovan sólo en determinadas playas centroamericanas.

En mar abierto, las tortugas marinas encuentran corrientes fuertes, razón por la cuál su visión es muy limitada y solo pueden sacar la cabeza unos centímetros fuera del agua; a pesar de estas limitaciones, pueden llegar a anidar la misma playa. Saber cómo es que logran hacer esto, es un gran misterio, pero se cree que puedan detectar el ángulo y la intensidad del campo magnético de la tierra para determinar su latitud y longitud, así navegar a cualquier lugar. En la actualidad, las investigaciones sobre las tortugas se centran en ver si realmente pueden guiarse por éstos ángulos.

México es uno de los países con mayor número de tortugas marinas en el mundo, ya que de las ocho de las especies existentes, siete habitan en los mares mexicanos y además, nacen en sus playas.

Las siete especies están en peligro de extinción en mayor menor grado, debido a la persecución que son objeto ya sea para conseguir su carne, su piel, sus huevos o para obtener sus caparazones que son vendidos a muy alto costó en los mercados negros. La única especie que no se encuentra en México es la tortuga Kikila (Chelonia depressa) o Australian Flatback Turtle.

Contrariamente a lo que se hace en la actualidad, los antiguos mexicanos paragonaban a las tortugas con divinidades dibujándolas -como el Códice Borgia- junto a diosas como Xochiquetzal (Diosa de las flores) y hasta relacionándolas miticamente con el origen del pueblo Tolteca, como se puede apreciar en el Lienzo de Jucataco, en donde se ve el pueblo tolteca cabagando sobre tortugas para llegar a Chalchicueyecan, hoy litoral veracruzano.

En la lengua nahua se llama a las tortugas con el nombre e Ayotla, población del Estado de México, y Ayutla, en el estado de Guerrero, y quiere decir "lugar abundante en tortugas". En tanto que a las tortugas marinas las llamaban ayotectli o chimalmichin que quiere decir "pescado con escudo".